Vive el presente

Nos limitamos a decir que ''SIEMPRE'' sin a penas molestarnos en vivir el día a día. Hay que mirar lo que haces hoy, lo que harás mañana vendrá en seguida, no te preocupes, tendrás tu tiempo para pensarlo en su momento. El pasado está ahi para enseñarnos a vivir el presente, el presente está ahi para enseñarnos a vivir el futuro.


El futuro es el presente, y este ya ha pasado [Falsalarma-Sé que nada sé]

noches en soledad, donde los árboles son mis compañeros, donde los grillos son mi música, donde el aire me mueve, y mis manos son mis ojos. Aquí no hay luz, los duendes se la llevaron. Dejó que mis pensamientos suban a las nubes y se pierdan entre sombras y tenues estrellas. Mis miedos se los he dejado al lago, para que los limpie y me los devuelva en forma de pequeños trozos de felicidad. Cuando eso que llaman sol salga por detrás de la colina algún día, quiero ser una persona nueva. Sus rayos harán que vuelva a sentir algo desde hace mucho tiempo. Algo que no sea dolor.

Matemáticamente posible.

Ayer, mientras Marta leía la tercera carta, le daba vueltas en sus manos al anillo de plata con un corazón grabado. No podía entender como una historia así pudo haber acabado, era algo que por más que pensaba, no conseguía entender. Un recuerdo acudió a su cabeza, era un sueño de cuando tenía 16 años:

''Todo estaba oscuro. A lo lejos, la luz de una farola se apagaba y encendía. Un sonido rasgó el cielo, y una sombra pasó rápida delante de Marta. Empezó a correr detrás de ella, hasta que las piernas le fallaron y cayó al suelo, llorando. ¿No iba a aparecer nadie especial nunca? Se sentía sola y desesperada, sus amigas ya tenían a ese alguien especial, pero...¿y ella?'' Se despertó más convencida que nunca de que siempre estaría así, sin ese alguien que te hace tener dolores de barriga cuando vas a verle, y que cuando lo tienes a medio metro, parece que esa distancia sea poca, aunque cuando lo piensas es demasiada. Se durmió con lágrimas en los ojos, lágrimas que tal vez fueron inútilmente derramadas.

El recuerdo se convirtió en humo, se disolvió ante un nuevo pensamiento. La esperanza. Ahora que veía que historias así eran posibles, pensó que no tenía que pensar eso nunca más, porque entre los millones y millones de personas que somos en el mundo, al menos una sería para ella. Matemáticamente posible.

Carta número tres.

¿Somos frágiles? Sí. Claro que sí. Todas las personas somos frágiles. Nos podemos romper con palabras. ¿Increíble, no? Palabras, que pueden acabar con todo. El ser humano ha sobrevivido a lo largo de los años adaptándose físicamente a los factores que le afectaban. Pero, ¿alguna vez podremos llegar a no sentirnos rotos con unas simples palabras? Claro que no.
E incluso te podría decir que también nos rompemos con silencios. Hay silencios que nos matan, que nos envuelven, queremos romperlo, pero no podemos, él nos rompe antes a nosotros.

Yo intentaré llenar tus silencios con palabras, palabras que no rompen. No dejaré que el silencio pueda con nosotros, y nunca te diré palabras que acaben contigo poco a poco. Te diré palabras que te demuestren lo que siento.

PD; Espero que los únicos silencios que compartamos sean los de las mañanas que despertamos juntos, escuchando nuestras respiraciones. Te quiero.

Carta número dos.

La construcción de una relación es algo más complejo de lo que la gente se imagina. Cada hecho, cada pensamiento, cuenta. Poco a poco vamos poniendo ladrillos. Se puede quedar en un castillo o en una simple casa de una planta, como mucho dos. O quedarse sin acabar.
¿Llamadas a todas horas, celos obsesivos, posesión, egoísmo? Un castillo con exceso de ladrillos que sin duda se derrumbaría.
¿Nos vemos una vez a la semana, y los seis días restantes no hablamos? Una casa a medio construir que nunca podría llegar a ser habitada.
¿Cuál es el punto intermedio? Debemos encontrarlo, yo quiero saber de ti todos los días, quiero que me demuestres que me quieres igual que yo te lo voy a demostrar a ti. ¿Un día no podemos hablar? No pasa nada, sé que quedan muchos más. No voy a reprocharte cuando quieras salir con tus amigos, cuando necesites estar sola, solo quiero que sepas que voy a estar ahi cuando me necesites, para entenderte y quererte.
Tenemos que equilibrarnos, tenemos que aprender a vivir complementados, para que en un futuro nuestra casa pueda ser habitada.
Hoy, es todo lo que me apetecía decirte. Un día más, ya sabes qué.

00:12
Marta salió de su cuarto. Sobre su cuerpo caía un fino camisón azul, y sus pies descalzos pisaban el suelo con suavidad, amoldándose a él a cada paso que daba. La ventana del salón no paraba de abrirse y cerrarse a causa del viento, y tuvo que levantarse a cerrarla.
En su habitación, las palabras pintaban las paredes de momentos.
Te quiero. Contigo. Increíble. Inolvidable. Nostalgia. Amor. Momentos. ¿Dónde estabas?. Te encontré. Lo siento (Amar es no tener que decir nunca lo siento). Quiéreme.

Llegó imaginándose el mundo que esas dos personas pintaron a todo color. Guardó las cartas en la caja. Ya es hora de dormir.

00:45
Un beso, un abrazo, una caricia. Sensaciones invisibles en la noche. Imaginaciones. Sueños. Tal vez algún día realidad.

Carta número uno.

Mi vida;
Esta es la primera carta que te escribo, sé que te gustan las cosas originales que se han ido perdiendo a lo largo del tiempo. Esta es una de las muchas sorpresas y alegrías que quiero darte en la vida.
Ayer te quería decir cuánto te quiero, pero no me atreví.
¿No crees que la gente necesita valor? Todos somos unos cobardes cuando nacemos. Es a lo largo de la vida, las experiencias que nos da, las que deciden si somos valientes o no. Nos vamos superando a nosotros mismos poco a poco. Avanzamos.
Yo quiero avanzar junto a ti. Quiero superar mis miedos. Incluso el de perderte algún día.
Es tarde, hemos quedado en media hora, y tengo que pasar por el buzón.
+Asombrosamente, el valor abunda en mí cuando estoy delante del papel, ayúdame a ser un poquito más valiente poco a poco. Te quiero.